XVIII Congreso Internacional Artes y Humanidades como sustento de la universidad en el presente
El congreso se dedica en esta emisión a sostener un diálogo, inter y transdisciplinar, sobre la trascendencia de las artes y las humanidades en la encrucijada en la cual se encuentran las universidades. Los desplazamientos dentro de la currícula, tanto de los conocimientos humanísticos como de los lenguajes artísticos, para dar paso a una formación especializada, “bancaria” (Freire, 1970), al servicio de la producción y el consumo trasnacional, parten de múltiples problemáticas, giros educativos, tendencias y campos de disputa. La “crisis de las humanidades y las artes” es un falso problema, como también resulta equivocado considerar que su papel dentro de la universidad sea oneroso o que contribuye poco a resolver las necesidades más apremiantes de la sociedad.
El comité organizador sostiene, como punto de partida, que la función de las artes y de las humanidades es brindar a cualquier persona la capacidad de actuar en y para los demás, mediante la conformación de un pensamiento complejo, crítico y no conformista. No puede existir creatividad verdadera si sólo se parte de ciertas disciplinas y enfoques, y si no se debate desde otros escenarios, lenguajes y posicionamientos, el papel que tienen las personas sobre la naturaleza y las relaciones del mundo. La riqueza y el desarrollo son importantes, pero sin sacrificar la sostenibilidad, y para ello se requiere de un pensamiento situado, responsable y armónico.
El golpe a las humanidades y a las artes ha venido, tradicionalmente, desde la educación básica, ya que se han disminuido los contenidos y se han establecido diversas estrategias para economizar la formación de niños y jóvenes. El ejercicio del poder ha contribuido en diversos lugares y momentos a la cancelación de lo que puede considerarse disidente, no canónico y libertario. Las disciplinas, paulatinamente, se fueron construyendo endogámicamente, alejando todo lo que no fuera del campo con la intención de ahorrar en los espacios de formación. La crisis está, entonces, en ciertos ámbitos de conocimiento, en las prácticas profesionales que se ven limitadas de la capacidad de hacer preguntas que sean válidas para nuestro tiempo. Por lo anterior, se ha decidido hablar del valor de las humanidades y de las artes desde afuera, con algunas incitaciones y debates sobre lo que puede apuntalar a la universidad del presente. Una segunda jornada, parte del valor que las artes tienen para los retos actuales.